En la sección de cortometrajes a concurso pudimos disfrutar de siete obras de calidad que dieron constancia del gran nivel que tiene el cine hecho en España y registrado bajo licencias creative commons, demostrando que existen otras formas de exponer una obra artística. Iris de Mikel Alzola nos atrapó cálidamente con una historia que hizo estremecernos con su final; El escondrijo de Iván Fernández de Córdoba mostró un lado peculiar y tierno de la soledad; Abuelito ¿te acuerdas? de Lola Cantero nos enseñó alguna de las miserias del ser humano; Lo último que hago para el Notodo de Estíbaliz Burgaleta trajo la comedia con una obra irónica pero tristemente realista que reflejaba el duro trabajo de los cortometrajistas; Hands de Ana Belén Cazorla y Armand López puso el punto abstracto de la sesión con una obra abierta y llena de significado; Peones de Benjamín Villaverde, director que ya participó en la primera edición, nos presentó un simple paralelismo que invitó a reflexionar sobre la frivolidad de quien puede condicionar vidas ajenas; y Tiempo de labranza de Álvaro Medina, la ganadora de la noche al ser la más votada por el público asistente que valoró el fantástico retrato social que su director hace sobre las circunstancias laborales que hoy en día se le presentan a cualquier joven que pretenda ocuparse en la agricultura. A pesar de ser solo siete las obras que pudimos programar, al festival se inscribieron muchas más de calidad suficiente para hacer una sesión larguísima, pero que muy a nuestro pesar no pudimos realizar.
¡Enhorabuena a Álvaro Medina por ser el ganador del segundo concurso de cortometrajes del FIC Porcuna!
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